Cap. 32 ''Despertar''

 John sabía que Paul quizá quería que el se sintiera mejor sabiendo que Jimena no había jugado con el, pero el chico solo se sintió peor. Había tratado horrible a la persona que mas amaba y no le había creído, se había comportado como todo un imbécil con ella y lo peor de todo era que ahora no podía decirle cuanto lo sentía.
  Pasaron dos semanas, John pasaba la mayoría del tiempo con Jimena, la mayoría de las noches se quedaba allí, durmiendo junto a ella incomodamente en el pequeño sillón. Pero Jimena no daba muestras de vida... Bob, Brian, Pattie y hasta Mike, el gerente de Jimena habían ido a visitarla y por supuesto los Beatles también, pero ellos eran los que estaban siempre en el hospital. Cuando Bob había ido a visitarla, se disculpó con John y el muchacho tuvo que disculparse igualmente, tendría que empezar a dejar de un lado aquel orgullo. George, Ringo, Paul y John le llevaban rosas todos los días.










 Escuchaba voces y un molesto y consistente sonido que me recordaba a algo... ¡Claro! A un hospital... ¿Por qué yo estaba en un hospital? Intenté recordar y las imágenes vinieron a mi cabeza. Yo estaba con Pattie y algo me había pasado, pero no sabía que... La frase ''viajar a el pasado'' y el nombre ''John'' revoloteaban en mi cabeza. Era obvio que pensara en John, ahora que lo recordaba, nos habíamos peleado, pero... ¿Viajar al pasado? 
 Entonces, recordé aquel sueño... Pero ¿Como podía ser posible? No. Seguramente lo había imaginado. 
 Las voces que habían a mi alrededor se volvieron mas consistentes y pude identificarlas.


 -...cuanto mas va a estar así doctor? -Decía la voz de John. 
 -No sabemos, Sr. Lennon. Seguimos haciendo cuanto podemos... -Dijo otra voz- Si me necesita estaré en recepción. -Se escucharon pasos y como alguien cerraba una puerta y un gruñido que reconocí, era de John. Pronto sentí como alguien tomaba mi mano y la besaba...
 -Vas a estar bien, preciosa... -Dijo nuevamente la voz de John mientras acariciaba mi cabello, intenté hablar, decirle que estaba bien, que podía escucharlo, pero no podía. Era como si yo no fuera quien controlara mi cuerpo. -Te traje otras rosas, estas son rojas... Me gustaron mucho, espero que también te gusten ¿eh? -Dijo John un poco risueño pero pronto volvió a hacerse el silencio y cuando volvió a hablar su voz era apenas un susurro- Perdóname... Fui un gran imbécil por no creerte.
 Al escuchar aquellas palabras sentí como si me quitaran un gran peso de encima, intenté abrir los ojos pero nuevamente no lo lograba. De lo único que fue capaz fue de estrechar un poco la mano de John, noté como el muchacho se quedó quieto.
 -¿J-Jime? -Me llamó con voz alterada- ¿Estás escuchándome, cariño? -Volví a estrechar su mano, esta vez con un poco mas de fuerza que logré reunir. Una extraña sensación de que el aire volvía a mi se hizo presente en mi pecho, noté como empecé a respirar un poco mas fuerte y acelerado y entonces con mucho esfuerzo, logré abrir los ojos, parpadeando hasta acostumbrarme a la luz y viendo al principio borroso, hasta que pude ver bien la sala en que me encontraba. 
 -¡¡¡DOCTOR FLETCHER!!! -Gritó la voz de John, volteé, el estaba parado en la puerta -Estarás bien, preciosa... -Dijo John acercándose a mi con una radiante sonrisa y los ojos vidriosos. 
 Un doctor entró corriendo y con cara angustiado.
 -¿Que sucede? -Le preguntó a John. 
 -Despertó. -Sonrió el chico. El doctor se acercó a mi.
 -¿Como se encuentra señorita Beckenhamm?
 -Bien... -Dije con una voz débil.
 -¿Recuerda su nombre? ¿Recuerda todo? -Yo asentí. 
 -Eso es fantástico. Le haremos algunos exámenes para ver como se encuentra -Dijo y salió de la sala. Yo miré a John.
 -¿Q-Que me paso? -Le pregunté. John se sentó en una silla junto a mi y acarició mi mejilla.
 -Te dio un paro cardiaco o algo así... Casi te da una recaída con todo el asunto de la amnesia y eso, pero al parecer no -sonrió- después te dio un segundo paro y quedaste en coma por casi tres semanas.
 -¿Tres semanas? -Repetí asustada.
 -Así es... Pero ¿Como te sientes?
 -Extraña.. -Vacilé- Supongo que cuando estuve en coma tuve un extraño sueño... Tu estabas ahí y era 1980 ... Fue... Raro... -John sonrió y me miró a los ojos.
 -Perdóname... -Dijo después de unos segundos. No me importó preguntarle como se había enterado de que yo decía la verdad. Solo sonreí y tomé su mano entrelazando mis dedos con los de el.
 -Te perdono... -Susurré. John acercó su cabeza a mi pecho y me abrazó mientras yo le devolvía el abrazo. Estuvimos así unos minutos. Entonces tomé su cara en mis manos y lo acerqué a mi. John sonrió y yo lo besé. Fue un corto beso, pero totalmente tierno y a la vez intenso.

 -Gracias por las rosas... -Sonreí mirándolas. Eran hermosas. John las miró también mientras se rascaba la cabeza distraídamente. Aproveché esos instantes para mirar su rostro. Se le notaba algo cansado, pero a la vez aliviado, noté que estaba un poco mas delgado de lo normal y además dos leves ojeras lilas estaban abajo de sus entrecerrados ojos. 

-Y ¿Los chicos? -Le pregunté al recordarlos.
-Vendrán ahora en la tarde. Se llevarán una gran sorpresa al verte bien. -Sonrió mientras los ojos le brillaban. Pattie también ha venido mucho -continuó mientras seguía entrelazando mis dedos con los suyos y jugaba con ellos- Está muy preocupada... Pero.. Se lleva muy bien con George ¿sabes? -Dijo con una pícara sonrisa. Yo reí.
 -Lo sabía... Sabía que cuando se conocieran se gustarían-Dije con la misma sonrisa.

 Estuve el resto de la mañana con John, riendo. Me hicieron algunos exámenes pero al parecer todo estaba en orden. Me quitaron las agujas y mangueras con suero, yo ya me encontraba mucho mejor, ahora estaba un poco sentada en la cama leyendo un libro que John me había comprado para cuando yo despertara ((( <3 ))), era Orgullo y Prejuicio de Jane Austen. Cuando de un pronto a otro entraron Paul, George y Ringo incrédulos y con un sonriente John atrás de ellos. Al verme despierta...
 -¡¡¡JIMENA!!! -Exclamó George
 -¡¡MI GUAPA HERMANITA!!-Gritó Ringo.
 -¡¡¡LINDA!!! -Me dijo Paul
 -¡Hola! -Sonreí.
 -Nos diste un buen susto, linda... -Decía Ringo mientras me abrazaba seguido de George y después de Paul.
 -El doctor dice que mañana te darán la salida... -Me explicó un sonriente John y se sentó junto a mi en la camilla.
 -Genial... -Sonreí.
 -Te tragimos algo... -Dijo George sacando detrás de si una rosa blanca, después Ringo sacó una color rosa y Paul también una blanca.
 -Ay... ¡Chicos! Son hermosas... -Exclamé mientras me las daban- Gracias, los quiero tanto...
 -Yo les gané... -Dijo John mientras señalaba el gran y hermoso ramo de flores rojas que habían en una mesita.
 -Callate, Lennon... -Le espetó Paul.
 -Callame, McCartney... -Le devolvió John.
 -Jime, calla a John... -Me dijo Paul como un niño que acusa a su hermano mayor.
 -Callate, John... -Le dije secamente, John me miró a los ojos y dijo...
 -Callame... -Está mas de decir que el tono que uso no fue el mismo que el que uso con Paul. Y obviamente ese ''callame'' tenía otra intensión además de su seductora sonrisa. Por unos momentos me quedé congelada pero entonces tomé un cojín y se lo tiré en la cara, lo que provocó carcajadas de los otros tres. 
 El resto de la tarde pasé con los chicos, riendo y hablando. Me contaron que se habían encargado de molestar hasta decir basta a Mike, les había parecido ''graciosisima'' su forma de hablar.
 En la noche obligué a todos  a que se fueran, además estaba consiente de que John debía dormir bien.
 Al otro día, cuando desperté, John ya se encontraba en la sala
 Cuando desperté se encontraba acariciando mi cabello...
 -Buenos días señorita... -Me dijo John sonriendo.




 -Buenos días señor Lennon... -Lo salude. 
 -Dice el doctor que te vistas y que ya puedes irte. -Murmuró.
 -Genial -Dije incorporándome. John me dio una bolsa con ropa y salió de la sala mientras yo me cambiaba. Cuando salí John se encontraba esperándome con un ramo de flores.
 -Una flor para otra flor... -Me dijo mientras me daba un beso en la mejilla, pero yo tomé la suya y la volví para que me besara los labios. Al separarnos sonrió. 
 -¿Vamos? -Me preguntó y yo asentí. Cuando salimos del hospital hacía bastante frío. John sacó mi chaqueta de la bolsa y me la dio.
 -Ya vamos a entrar a el auto, no es necesario... -Me quejé.
 -Cierra esa linda boca y ponte la chaqueta.. -Yo puse los ojos en blanco y me la puse. 


 Cuando llegamos a la casa, los chicos habían cocinado y me esperaban con un rico almuerzo, lo cual me sorprendió. Además, Pattie también estaba allí. 
 -¡¡Jime!! -Dijo cuando me vio y corrió a abrazarme, mientras John entraba sonriendo atrás mío con mis cosas.
 -Te dejo el resto de la ropa en la habitación ¿si? -Dijo subiendo las escaleras.
 -No sabes cuanto me alegra que ya estés bien... -Me dijo Pattie tomando mis manos.
 -Gracias... -Le sonreí.
El resto del día estuvimos todos charlando en el jardín. Me sentía realmente feliz.
 -Voy a llevar esto a la cocina... -Dije tomando unos platos y entrando a la casa.
Cuando entré a la cocina lavé los platos, pero cuando me encontraba secando mis manos, sentí otras en mi cintura y como alguien apoyaba su cara en mi hombro, no hice nada mas que sonreír y darme vuelta hasta encontrarme con aquel chico.
 -¿Como te sientes? -Me preguntó.
 -Demasiado bien como para ser real... -Admití. John sonrió y se acercó a mi abrasándome.
 -Gracias por volver... Y no dejarme... No se que hubiera hecho si no hubieras despertado de ese coma... -Me susurró al oído. 

 Después de un rato volvimos nuevamente al jardín. Jane, la novia de Paul, había llegado. Mientras que Maureen, la novia de Ringo de toda la vida también recién había llegado también. Ambas me saludaron amablemente y se alegraron de que yo estuviera bien. Yo les agradecí, las dos me caían muy bien. 
 Le sonreí con complicidad a John cuando ambos vimos a George y a Pattie hablando muy animadamente y muy juntos en una de las sillas de el jardín.
 Los dos nos fuimos a una parte mas alejada de el grande y verde jardín. Pero solo había una silla, John se sentó rapidamente antes de que yo llegara primero.
 -Se te desborda lo caballero que sos, John... -Le dije sarcásticamente, el rió y me hizo una seña para que me acercara, cuando estaba lo suficientemente cerca me empujó hasta que quedé sentada en sus regazos.
 -John...
 -No iba a dejar que se quedara sin sentarse, señorita... -Me susurró al oído haciendo que se me pusiera la piel de gallina.
 -Sos un descarado, John... -Le dije volviendo mi cara para mirarlo. El muchacho soltó una carcajada.
 -Lo se, mi amor... -Dijo acercándose mas. ''Mi amor'' repetí en mi cabeza. Lo abracé por el cuello y lo besé, mientras notaba como John sonreía, me separé un poco.
 -¿Por que te ríes? -Le pregunté dandole un pequeño golpe en el brazo.
 -Porque me besas mas desde que despertaste... -Me dijo y noté como se sonrojaba.
 -Pues... Supongo que me hacía falta... -Le expliqué riendo. John tomó mi mejilla y volvió a besarme.
  -Deberíamos ir adentro... -Dijo señalando la puerta. -Ya se hace tarde, si es que no queremos que Paul venga a buscarte.. -Dijo riendo. Yo me puse de pie y John también.
 -Papá McCartney.. -Murmuré con fastidio. Entramos y Jane se estaba despidiendo. Nos despedimos de ella y Paul fue a dejarla, entonces Maureen y Pattie dijeron que también debían irsen por lo que Ringo y George dijeron que las iban a ir a dejar. Nos despedimos de ellos y salimos al jardín.
 -Jimena no me quieeere... -Cantó John. Yo lo miré riendo.
 -Por supuesto que si te quiero, estúpido... -Le regañé.
 -Jimena no me quiere y me trata de estúpido... -Siguió cantando. Yo puse los ojos en blanco y comencé a caminar por el jardín, escuché como John soltaba una carcajada y pronto me tomó por la cintura mientras seguía cantando ''Jimena no me quieeree'' pero esta vez me lo susurraba en el oído, yo me volteé e interrumpí su extraño ''canto'' con un beso. Pero el beso no terminaba, al contrario.. Cada vez tomaba mas intensidad. Entonces noté como John me arrinconaba contra la pared. Sus labios besaban los míos con velocidad e intensidad. Entonces John se separó de mi un poco y me dijo tomándome las manos...
 -¿Quieres ser mi novia? -Yo reí y lo miré a los ojos.
 -Por supuesto... -Acepté. John sonrió y se acercó a mi besándome nuevamente de la misma forma. Sus labios bajaron hasta mi cuello, para ese entonces mi respiración ya estaba bastante acelerada, al igual que los latidos de mi corazón. Yo pasaba mis dedos por el cabello de John mientras este seguía besando mi cuello. Pronto nuestros labios volvieron a encontrarse, John me ceñía cada vez mas a su cuerpo. Entramos a la casa sin dejar de besarnos, nos quedamos de pie en el recibidor besándonos de aquella manera, las manos de John, que hasta entonces habían sujetado mi cintura con fuerza, bajaron suavemente hasta mis caderas y sentí como una corriente pasaba por todo mi cuerpo. Entramos a su dormitorio y John cerró con seguro. Le saqué a la liviana camisa a John y este me desabrochó el vestido.
 Estaba un poco asustada, no sabía si aquello estaba bien, pero no me importó. Lo único que quería demostrarle a John en aquel momento era todo el amor que sentía por el físicamente. Y así fue...